El cierre de la lateral de Miguel Alemán, en el tramo comprendido entre Ruiz Cortines y la Colonia La Victoria, en el municipio de Guadalupe, ha generado malestar entre conductores y vecinos de la zona. La decisión, tomada por el Gobierno estatal para continuar con la construcción de la Línea 6 del Metro, se ejecutó sin una estrategia clara de comunicación ni alternativas viales funcionales. El cierre comenzó la noche del lunes y, de acuerdo con las autoridades, se mantendrá durante cinco meses.
La falta de información previa y la repentina implementación de la medida tomaron por sorpresa a quienes diariamente utilizan esa vía. Mientras tanto, los habitantes de la colonia afectada aseguran que quedarán prácticamente “encerrados” y señalan que el Gobierno estatal, una vez más, no planificó ni ejecutó con responsabilidad una obra de alto impacto.

Vecinos afectados por cierres en Miguel Alemán
La Colonia La Victoria, ubicada a un costado de la Avenida Miguel Alemán, quedó con accesos limitados tras el cierre total de la lateral. Las únicas opciones para ingresar al sector ahora serán por la calle Vereda de Tamarindos o, en su defecto, desde la Avenida San Rafael para incorporarse a López Mateos y luego a la calle profesor Juan Guzmán. Para salir, los vecinos tendrán que utilizar únicamente la Calle Nueva, lo que complica la movilidad cotidiana.
La situación preocupa a quienes habitan en la zona, especialmente por el impacto que tendrá una vez inicie el ciclo escolar. Por ahora, el tránsito es moderado, pero cuando las escuelas reanuden actividades, el flujo vehicular aumentará y el acceso limitado podría convertirse en un verdadero caos.
La molestia se agudiza porque muchos residentes aseguran no haber sido informados de manera clara ni con anticipación. Lo que para las autoridades es una medida “temporal y necesaria”, para los ciudadanos se ha convertido en una pesadilla vial.
Sin obras por etapas en avenida Miguel Alemán
Una de las principales quejas de los vecinos y automovilistas es que las autoridades decidieron cerrar todo el tramo de la lateral sin implementar una estrategia por fases. De acuerdo con lo informado por el Gobierno estatal, el cierre se extenderá hasta fin de año, pero no se mencionó si se abrirán tramos parciales conforme avance la obra.
La obra busca habilitar la infraestructura para la Estación Ruiz Cortines de la Línea 6 del Metro. Se contempla la construcción de 20 pilas, 11 zapatas, 15 columnas, 11 capiteles, tres marcos transversales, un cabezal de estación, un intercambiador, 16 trabes de rodadura y 18 juntas de cierre. Sin embargo, no se especificó por qué era indispensable cerrar completamente la lateral para ejecutar los trabajos.
Para los afectados, esta forma de proceder es una muestra más de la falta de sensibilidad de las autoridades estatales frente a las necesidades de la ciudadanía. La exigencia de planear obras por etapas no es nueva, y ha sido ignorada en múltiples proyectos impulsados por la actual administración.
Cierres sin previo aviso por obras del metro
La forma en que se implementó el cierre de la lateral de Miguel Alemán también refleja un patrón que ha sido recurrente durante este sexenio: la improvisación. El cierre comenzó a las 22:10 horas del lunes por parte de personal de la empresa constructora Mota Engil. Muchos conductores que intentaban acceder desde Ruiz Cortines no fueron advertidos previamente y se vieron obligados a desviarse sin orientación clara.
La obra civil podría tener justificación técnica, pero la falta de una campaña de información, señalización anticipada y alternativas viales planeadas solo aumentan el caos. Ni la Secretaría de Movilidad ni Metrorrey presentaron un plan público detallado sobre cómo se manejará el tráfico durante estos cinco meses ni cómo se mitigarán las afectaciones a colonias aledañas.
En lugar de ofrecer soluciones integrales, el Gobierno parece actuar con base en la urgencia y sin tomar en cuenta la experiencia previa de otras obras que también han provocado molestias similares.
El cierre de la lateral de Miguel Alemán se suma a una larga lista de decisiones de infraestructura que terminan perjudicando más de lo que benefician, al menos a corto plazo. Aunque la Línea 6 es un proyecto de alto impacto para la movilidad metropolitana, su ejecución, como muchas otras obras de esta administración, carece de planeación urbana, consulta ciudadana y estrategias claras de mitigación.
Los vecinos de La Victoria no se oponen al desarrollo ni a las obras públicas, pero sí exigen respeto y comunicación. La falta de alternativas reales, la ausencia de obras por etapas y el desinterés por la logística cotidiana de quienes habitan y transitan la zona, dejan en evidencia un gobierno más preocupado por inaugurar estaciones que por gestionar adecuadamente sus procesos.
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