Una muestra más del colapso vial que se vive en Nuevo León se dio este jueves, cuando el propio gobernador Samuel García se vio atrapado en el tránsito, reaccionando con enojo y protagonizando un altercado con trabajadores y elementos de Tránsito. El incidente, ocurrido en el Bulevar Miguel de la Madrid en Guadalupe, puso en evidencia no solo el grave tráfico en Nuevo León, sino también la desconexión entre el ejecutivo estatal y la realidad que enfrentan a diario miles de ciudadanos.

Gobernador pierde la paciencia por tráfico de Nuevo León
El caos vial, agravado por el cierre de carriles en avenidas principales a causa de las obras del Metro, alcanzó al propio Gobernador durante su trayecto de regreso de un evento en el municipio de Juárez. Aproximadamente a las 10:30 de la mañana, al llegar a la altura de la Avenida Lázaro Cárdenas, Samuel García se topó con un carril cerrado por la instalación de un futuro contraflujo rumbo a Morones Prieto.
En lugar de esperar o buscar una ruta alterna, el mandatario descendió de su vehículo oficial con visible molestia, retiró personalmente las barreras de construcción y exigió a trabajadores y elementos viales que liberaran el paso a su convoy. La escena fue captada en imágenes y videos que rápidamente circularon en redes sociales, generando polémica y cuestionamientos sobre su actuar.
El incidente provocó que las labores de acondicionamiento del carril reversible fueran suspendidas hasta cerca de las 12:40 del mediodía. Tránsito municipal regresó al sitio dos horas más tarde para reanudar los trabajos y brindar apoyo vial. Mientras tanto, el enojo del gobernador dejó un mensaje contundente: el tráfico en Nuevo León está fuera de control, incluso para quienes gobiernan.
Legisladores critican actitud de Samuel García
La reacción del gobernador no tardó en generar críticas por parte de diputados locales de distintos partidos, quienes coincidieron en señalar que el mandatario estatal actuó con prepotencia y soberbia, mostrando poca empatía con la ciudadanía.
“El Gobernador tuvo un baño de realidad”, comentaron. “Vivió lo que miles de ciudadanos sufren todos los días por el tráfico en Nuevo León. Pero en lugar de mostrar empatía y paciencia, su reacción fue la de alguien que no acepta enfrentar los mismos problemas que pide a la gente soportar”.
Señalaron que lo ocurrido solo confirma la forma impulsiva en la que se conduce el Ejecutivo. “Ya sabemos cómo se comporta Samuel García. Su soberbia es conocida. Ahora le tocó padecer el tráfico, pero su respuesta no fue reflexionar, sino imponer. No está bien que haya quitado barreras ni que se haya detenido la obra por su berrinche”.
Expresaron que el Gobernador debe ser el primero en dar el ejemplo, especialmente cuando las molestias son ocasionadas por obras impulsadas por su propio gobierno. “No es correcto que haya hecho desplantes con trabajadores ni que se hayan cancelado cierres viales por su incomodidad. Si pide paciencia, debe ejercerla también”.
Estas posturas reflejan el creciente hartazgo político ante una administración que, a juicio de muchos, parece estar más enfocada en cuidar su imagen que en resolver los problemas reales de movilidad y tráfico en Nuevo León.
El tráfico en Nuevo León, un problema generalizado
La escena vivida por Samuel García no es aislada. Durante meses, ciudadanos han reportado retrasos diarios, trayectos prolongados y una falta de planeación evidente en las obras viales que se ejecutan. El tráfico en Nuevo León no solo ha aumentado, sino que ha llegado a niveles críticos en puntos clave del área metropolitana como Constitución, Morones Prieto, Gonzalitos, Leones y Bulevar Miguel de la Madrid.
Mientras las soluciones del gobierno estatal parecen llegar tarde o sin estrategia, los municipios han tenido que implementar sus propios paliativos, como los carriles de contraflujo, para aliviar la carga vial. No obstante, estas medidas son solo un parche ante la falta de una política integral de movilidad. El Gobierno estatal, que ha presumido inversiones en infraestructura, no ha logrado traducir esas obras en una mejora tangible para la ciudadanía.
La falta de una comunicación clara, la nula coordinación con municipios y la improvisación en los cierres viales han contribuido a este caos. Para muchos, el tráfico en Nuevo León se ha convertido en un símbolo del malestar social y de la frustración por un gobierno que prometió modernidad, pero que en los hechos sigue improvisando.
Críticas también por el transporte público
El malestar por el tráfico en Nuevo León se agrava con otro problema igualmente urgente: el transporte público. Legisladores del PAN, PRI y Morena también aprovecharon el incidente con el Gobernador para recordar que, a pesar del gasto millonario en unidades de transporte, el servicio no ha mejorado.
En voz de la diputada Aile Tamez, presidenta de la Comisión de Movilidad, se denunció que después de más de tres años de gobierno y una inversión de más de 23 mil 600 millones de pesos para arrendar camiones, el transporte sigue siendo deficiente. “Ya no es momento de estar probando qué funciona. Es momento de ejecutar y dar resultados. El caos vial y el mal transporte van de la mano, y el Ejecutivo no ha sabido dar solución a ninguno de los dos”.
La falta de camiones suficientes, las largas esperas, la sobrecarga de rutas y la ausencia de una red eficiente de movilidad urbana contribuyen a que más personas recurran al automóvil particular, lo cual solo empeora el ya desbordado tráfico en Nuevo León.
¿Quieres saber más sobre el tema? Lee el siguiente artículo: Arma berrinche tras caer en caos… que genera Metro