La reciente clausura del negocio de pollos asados “Reyna”, ubicado en Juárez, Nuevo León, ha provocado una fuerte polémica que involucra directamente al alcalde emecista Felix Arratia. Reyna Muñoz, propietaria del negocio y reconocida influencer con más de un millón de seguidores en redes sociales, denunció públicamente que la clausura de su puesto fue una represalia por haber evidenciado un enorme bache en la calle Valle Real, situación que la llevó a confrontar a la administración local.
El caso ha generado gran atención debido a la viralidad del video en el que Muñoz comparte detalles del incidente, mostrando documentos, permisos de pago y la falta de imparcialidad por parte de las autoridades municipales. Para muchos ciudadanos, este suceso no solo representa un caso aislado de abuso de poder, sino un ejemplo de cómo se pueden usar recursos públicos y medidas administrativas como herramienta de presión y censura.
La acusación directa contra Felix Arratia y su administración por parte de Muñoz ha encendido el debate sobre la libertad de expresión y la forma en que las autoridades municipales reaccionan ante las críticas ciudadanas.

Influencer Reyna Muñoz denuncia bache en Juárez
Reyna Muñoz es una figura conocida en Juárez y en el entorno digital gracias a su popularidad como influencer y empresaria. Su negocio, Pollos “Reyna”, ha sido bien recibido por la comunidad y es frecuentemente recomendado en redes por clientes y seguidores. Sin embargo, la reciente clausura no solo afectó sus ventas, sino que también puso sobre la mesa el papel del gobierno municipal liderado por Felix Arratia.
De acuerdo con el relato de Muñoz, todo comenzó cuando ella decidió exhibir en redes sociales un bache ubicado en la calle Valle Real. Según explicó, este bache ya había provocado daños a varios automovilistas, incluyendo la ponchadura de una llanta apenas un día antes de que grabara su denuncia. Para ella, visibilizar el problema era una manera de presionar a las autoridades a tomar acción inmediata y reparar el daño, como corresponde a su responsabilidad pública.
Sin embargo, días después de publicar el video, personal del municipio llegó a su puesto de pollos con la intención de clausurarlo. En el video donde explica la situación, Muñoz muestra recibos que, asegura, prueban que paga piso y permisos semanalmente. Aun así, las autoridades insistieron en que su negocio no contaba con los permisos necesarios para operar en vía pública, argumento que ella desmintió mostrando la documentación correspondiente.
Muñoz cuestionó abiertamente por qué otros puestos cercanos al suyo no fueron clausurados si presuntamente también carecen de permisos, señalando un claro acto de selectividad y posible represalia directa a su denuncia pública.
Una clausura “personal” de Felix Arratia a negocio de Reyna Muñoz
En una transmisión en vivo realizada el día de la clausura, Reyna Muñoz explicó que el personal que llegó a su negocio le pidió no tomarlo como algo personal, a lo que ella respondió que era imposible no hacerlo. Su argumento principal es que únicamente su puesto fue clausurado, mientras al menos dos negocios más, instalados en el mismo camellón, continuaron operando sin problema alguno.
“Me dicen que no me lo tome personal, pero obviamente sí me lo voy a tomar personal“, expresó visiblemente molesta. “Si dicen que es porque no tengo permisos, aquí están los recibos. Nosotros pagamos piso, pagamos permisos cada semana. Entonces, ¿por qué solo a mí?”
El caso tomó más fuerza cuando Muñoz insinuó que el enojo de las autoridades se debió a su denuncia previa del bache. “Esto obviamente es porque ya hablé del bache donde una llanta se chingó apenas ayer. Les molesta que la gente hable“, aseguró.
La reacción de los ciudadanos en redes sociales no se hizo esperar. Muchos apoyaron a Muñoz, criticando la administración de Felix Arratia por no atender las necesidades básicas de la comunidad, como el mantenimiento de las calles, y, en cambio, enfocarse en clausurar negocios de ciudadanos críticos.
Represalias de Felix Muñoz a influencer
Una de las justificaciones que presentaron los inspectores municipales para clausurar el puesto fue que el mismo obstruía la vía pública. Muñoz, sin embargo, desmintió esta acusación mostrando el espacio libre alrededor de su puesto y señalando a otros vendedores instalados en el mismo sitio, quienes no recibieron notificación ni sanción alguna.
En el citatorio oficial entregado, la autoridad argumentó que el negocio no contaba con los permisos requeridos por la Dirección de Comercio, Salud y Patrimonio. Sin embargo, Muñoz insiste en que cada semana cumple con los pagos correspondientes y que cuenta con la documentación para probarlo.
Para ella, la diferencia de trato es clara: su denuncia pública provocó la molestia del gobierno municipal encabezado por Felix Arratia, y la clausura fue una forma de intimidación para callar sus críticas. La situación ha dejado en evidencia posibles inconsistencias en la aplicación de la ley y ha levantado preguntas sobre la transparencia en el actuar de las autoridades locales.
En un país donde las denuncias ciudadanas son clave para mejorar la infraestructura urbana y la calidad de los servicios, este tipo de acciones podrían desincentivar la participación y la voz crítica de los ciudadanos. La clausura selectiva, como en el caso de Muñoz, puede interpretarse como una estrategia para evitar que más personas se atrevan a señalar las deficiencias de la administración pública.
Burocracia y nuevas negociaciones
Tras la clausura, Reyna Muñoz y su hermano acudieron a las oficinas municipales para dialogar con las autoridades y buscar la reapertura del negocio. Aunque el resultado de esta gestión aún no se ha revelado en su totalidad, la empresaria ha compartido fragmentos de la reunión en sus redes sociales, donde muestra su disposición a regularizar cualquier situación pendiente.
El negocio familiar representa no solo un ingreso económico importante, sino también un espacio de identidad y convivencia para su comunidad. En sus transmisiones, Muñoz ha señalado que muchas familias dependen de ese negocio, lo que agrava el daño causado por la clausura.
La influencer también recalcó que su intención original nunca fue atacar directamente al gobierno municipal, sino visibilizar un problema real que afecta a todos los habitantes: la presencia de baches peligrosos que dañan vehículos y ponen en riesgo la seguridad de los conductores. Sin embargo, la respuesta de la administración liderada por Felix Arratia terminó transformándose en un conflicto personal y mediático.
El caso ha revelado una grieta importante en la relación entre ciudadanos y gobierno local. Mientras la administración defiende la legalidad de sus acciones, cada vez son más las voces que exigen rendición de cuentas y transparencia sobre los procesos y criterios que se usan para sancionar a negocios locales.
Felix Arratia impide la expresión ciudadana
La clausura de Pollos “Reyna” no solo representa la suspensión de un negocio, sino un posible atentado contra la libertad de expresión y la participación ciudadana. El manejo del caso por parte del gobierno encabezado por Felix Arratia ha sido ampliamente criticado, y ha puesto en el centro del debate el uso de recursos públicos para amedrentar a voces incómodas.
Mientras tanto, la comunidad de Juárez sigue pendiente de la resolución y exige una explicación clara y justa. La historia de Reyna Muñoz podría marcar un precedente en la forma en que los ciudadanos interactúan con el poder municipal y defender sus derechos a expresar inconformidades sin temor a represalias.
La presión mediática y el apoyo popular podrían ser determinantes para el desenlace de esta historia, que va mucho más allá de un simple puesto de pollos y se convierte en un ejemplo de resistencia ciudadana frente a decisiones arbitrarias.
La figura de Felix Arratia queda, por ahora, en el centro del escrutinio público. La ciudadanía espera que se tomen medidas coherentes y que se garantice un trato justo a quienes decidan alzar la voz en defensa del bienestar común. Solo el tiempo dirá si este caso logra transformar la relación entre los juarenses y su gobierno o si se convierte en una advertencia silenciosa para quienes se atrevan a denunciar.
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