- Contrato Ambiental En Nuevo León Con Dos Organizaciones
- Reforestación Extrema Con Millones Y Poca Información
- Fondo Ambiental Metropolitano Con Informes Públicos
- El Contrato Ambiental Pierde Requisitos De Transparencia
- El Fondo Ambiental Evita El Control Estatal
- Los Recursos Millonarios Quedan Sin Rendición De Cuentas
- El Contrato Ambiental Amplía La Opacidad En Nuevo León
- Las Críticas Por El Manejo Del Contrato Ambiental
- Un Contrato Ambiental A Medida De La Opacidad
El nuevo contrato ambiental firmado entre la Secretaría de Medio Ambiente y la asociación Reforestación Extrema ha generado polémica. La dependencia estatal eliminó los pocos requisitos de rendición de cuentas que exigía el convenio anterior. Ahora, el control es mínimo y los recursos pueden manejarse con mayor discrecionalidad, sin transparencia ni fiscalización.
El contrato ambiental en Nuevo León bajo el esquema de compensaciones muestra dos caras. Mientras el Fondo Ambiental Metropolitano de Monterrey (FAMM) publica informes y desgloses claros de ingresos y egresos, Reforestación Extrema, dirigida por Cosijoopii Montero, recibió más recursos pero sin dar cuentas públicas de su aplicación.
Contrato Ambiental En Nuevo León Con Dos Organizaciones
El programa de compensaciones ambientales canaliza recursos a organizaciones civiles. Una de ellas es Reforestación Extrema, que entre abril de 2023 y junio de 2025 recibió 313 millones de pesos. En contraste, el FAMM acumuló 151.6 millones entre octubre de 2021 y septiembre de 2024.
Las cifras revelan que Reforestación Extrema recibió en 26 meses más del doble de lo que ingresó al FAMM en 35 meses. Sin embargo, la diferencia principal está en la rendición de cuentas: una es opaca y la otra transparente.
El Gobierno estatal establece convenios con ambas organizaciones a través de la Secretaría de Medio Ambiente. Aun así, los niveles de difusión de la información son muy distintos, lo que genera cuestionamientos sobre el manejo de los fondos.
Reforestación Extrema Con Millones Y Poca Información
Cosijoopii Montero ha defendido que su asociación no está obligada a transparentar porque los recursos provienen de aportaciones privadas y no de arcas públicas.
En su sitio oficial, Reforestación Extrema solo publica cifras de árboles plantados, acompañadas de fotografías y mapas. Pero no revela la lista de aportantes ni el desglose de los gastos en que incurre.
Los informes que entrega a la Secretaría de Medio Ambiente tampoco son públicos, lo que limita la supervisión ciudadana y alimenta la percepción de opacidad.
Fondo Ambiental Metropolitano Con Informes Públicos
El FAMM ofrece un ejemplo distinto. Publica informes anuales y libros blancos que incluyen montos recibidos, aportantes y egresos trimestrales. En ellos detalla nómina, asesorías, estudios y gastos de viveros.
Incluso supera en transparencia a la propia Secretaría. En su libro blanco más reciente difundió el convenio firmado en 2023 con sus seis adendas, documentos que ni siquiera aparecen en la Plataforma Nacional de Transparencia.
El FAMM también publica contratos, oficios y correos electrónicos relacionados con el contrato ambiental en Nuevo León, lo que lo convierte en un referente en materia de rendición de cuentas ambientales.
El contraste entre ambas organizaciones pone bajo la lupa el contrato ambiental en Nuevo León. Mientras una acumula millones sin dar claridad sobre su uso, la otra muestra en línea cada peso recibido y gastado.
La diferencia es clave para la confianza pública. La falta de información en Reforestación Extrema abre dudas sobre el destino real de los recursos, mientras el FAMM refuerza la idea de que la transparencia puede ir más allá de las obligaciones legales.
El Contrato Ambiental Pierde Requisitos De Transparencia
En marzo de 2023, el convenio original obligaba a Reforestación Extrema a entregar informes trimestrales con estados de cuenta y comprobantes de gastos. Ese documento fue firmado por el entonces secretario Félix Arratia y Cosijoopii Montero, director de la asociación.
El acuerdo permitía recibir cientos de millones de pesos por compensaciones ambientales de empresas y particulares. Hasta mayo pasado, Reforestación Extrema ya había concentrado más de 320 millones.
Sin embargo, la Secretaría decidió modificar el esquema. En el nuevo contrato ambiental, los informes se redujeron a una simple descripción de actividades financiadas. Desaparecieron las evidencias de ingresos y egresos que antes eran necesarias.
El nuevo documento entró en vigor el 31 de diciembre de 2024 y finalizará en diciembre de 2025. Fue firmado por Alfonso Martínez, actual subsecretario de Medio Ambiente, en sustitución de Arratia.

El Fondo Ambiental Evita El Control Estatal
Los convenios permiten que las compensaciones económicas no lleguen a la Tesorería estatal. En cambio, se depositan en cuentas de asociaciones privadas como Reforestación Extrema.
Con este esquema, tanto la autoridad como la organización argumentan que se trata de recursos privados. Bajo esa narrativa, evitan las leyes de adquisiciones y de fiscalización.
En el convenio original, el fondo debía acreditar cada ingreso con estados de cuenta y cada gasto con facturas. Ahora, basta un reporte breve, firmado por el representante legal de la asociación.
De este modo, la Secretaría estatal avala un sistema en el que se exige menos documentación a la organización, a pesar de las críticas por su opacidad.
Los Recursos Millonarios Quedan Sin Rendición De Cuentas
El convenio inicial contenía candados mínimos de control. Aunque la información no era pública, la asociación tenía que mostrar documentos internos a la Secretaría.
Hoy, ese candado también se eliminó. La obligación de presentar comprobantes quedó sustituida por descripciones generales. No se piden facturas ni estados de cuenta. Todo esto perjudica la transparencia de uso de recursos públicos en el estado.
Esto significa que más de 320 millones de pesos ya transferidos a Reforestación Extrema están fuera del escrutinio estatal. La única obligación es entregar un reporte genérico siete días hábiles después de cada actividad.
Pese a las resoluciones del Instituto de Transparencia que señalan que la información debe ser pública, la Secretaría redujo aún más los requisitos de fiscalización.
El Contrato Ambiental Amplía La Opacidad En Nuevo León
El nuevo contrato ambiental no sólo disminuye las obligaciones, sino que también prolonga un esquema criticado por especialistas y ciudadanos.
La Secretaría de Medio Ambiente optó por debilitar la fiscalización en lugar de fortalecerla. Así, el programa opera bajo un velo de opacidad, sin mecanismos claros de control ni sanción.
Mientras tanto, las empresas y particulares que generan daños al ambiente siguen pagando sus compensaciones. Pero esos recursos se mueven en cuentas privadas, sin pasar por controles oficiales.
La falta de claridad en el uso del dinero público disfrazado de privado genera dudas legítimas sobre su destino real.
Las Críticas Por El Manejo Del Contrato Ambiental
El Instituto de Transparencia ha sostenido que la información debe abrirse al escrutinio ciudadano. Sin embargo, la Secretaría no ha atendido las resoluciones.
Cosijoopii Montero, director de la asociación, insiste en que su deber es entregar documentación únicamente a la dependencia estatal. Bajo ese criterio, se niega la obligación de rendir cuentas ante la sociedad.
La polémica crece porque la nueva versión del convenio exige menos, justo cuando la presión pública demandaba más transparencia. Lejos de robustecer los mecanismos, la autoridad debilitó la vigilancia.
Este retroceso refuerza la percepción de que el gobierno estatal permite un manejo discrecional de los recursos ambientales.
Un Contrato Ambiental A Medida De La Opacidad
El caso de Reforestación Extrema refleja cómo la Secretaría de Medio Ambiente debilitó la rendición de cuentas.
El nuevo contrato ambiental eliminó informes detallados y comprobantes de gastos. En su lugar, dejó simples descripciones, sin evidencia financiera.
Así, los recursos millonarios de las compensaciones ambientales fluyen sin control. La ciudadanía queda sin conocer el destino de esos fondos, mientras la opacidad se consolida en un esquema diseñado para evitar la transparencia.
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