El gobierno de Samuel García llegó con la promesa de cuidar el medio ambiente, reforestar el estado y resolver la crisis de contaminación en Nuevo León. Tres años después, lo único que ha florecido es la corrupción disfrazada de ecologismo.
En lugar de mejorar la calidad del aire y aumentar las áreas verdes, el gobierno naranja ha convertido la Secretaría de Medio Ambiente en su caja chica. Con personajes improvisados, gastos escandalosos y cero resultados, esta dependencia pasó de ser una institución técnica a un instrumento de propaganda y saqueo.
Promesas Verdes De Samuel Que Terminaron Secas
En 2023, Samuel García arrancó una intensa campaña mediática en torno a la reforestación urbana de Nuevo León. Hablaba de miles de árboles, de brigadas verdes y de una transformación ecológica sin precedentes.
Como rostro de esta misión puso a Félix Arratia, un burócrata con pasado en el SAT, sin experiencia en ecología, pero con la obediencia política necesaria para seguir el guion. En menos de un año, Arratia ejerció más de 300 millones de pesos, sin resultados tangibles ni auditorías públicas.
¿El saldo? Apenas 5 mil árboles plantados, muchos de los cuales ya están muertos por falta de mantenimiento o porque jamás se sembraron realmente.
Samuel prometió reforestar NL y gastó más de 300 millones para plantar solo 5 mil árboles 😡. Su aliado Arratia destinó 38 millones en 308 ejemplares: ¡125 mil por árbol! 🤯 Hoy las áreas verdes están secas y en 2025 repite la jugada con Raúl Lozano 😠📉. pic.twitter.com/yoHeMyIy01
— La Sultana Informa (@sultana_informa) August 4, 2025
El Escándalo De Los Árboles De 125 Mil Pesos
Uno de los casos más indignantes ocurrió en la Alameda Mariano Escobedo, en el centro de Monterrey. Como parte de una de las “brigadas de reforestación”, el gobierno estatal destinó 38 millones de pesos a través de la organización Reforestación Extrema.
¿El objetivo? Plantar 308 árboles. Sí, solo 308. Esto equivale a 125 mil pesos por árbol, un costo absurdo y ofensivo para la ciudadanía. A la fecha, no existe ningún informe técnico, auditoría o evaluación pública que justifique ese gasto.
Este contrato, además, fue entregado a una asociación vinculada a operadores políticos cercanos a Movimiento Ciudadano, lo que refuerza la sospecha de que se trató de una operación simulada para desviar recursos.
Félix Arratia: De Ambientalista Improvisado A Candidato Oportunista
Félix Arratia no duró ni un año en el cargo. Después de embolsarse una fuerte cantidad de recursos y posicionar su nombre con el discurso verde, renunció para competir por la alcaldía de Juárez. Lo que debía ser una política pública se convirtió en una plataforma personal.
En ningún momento el exsecretario presentó resultados concretos. No rindió cuentas. No explicó qué pasó con el dinero. Y por supuesto, nadie lo sancionó. Hoy continúa con su carrera política como si nada hubiera pasado.
El caso de Arratia es un ejemplo claro de cómo Samuel usa a sus operadores políticos para saquear recursos disfrazados de causas sociales. Lo más alarmante es que la historia se repite.
Raúl Lozano: El Nuevo Peón Naranja En Medio Ambiente
Para sustituir a Félix Arratia, Samuel García nombró a Raúl Lozano, otro funcionario sin trayectoria ambiental, pero fiel al proyecto político del gobernador. Lejos de corregir el rumbo, Lozano ha seguido exactamente la misma estrategia: gastos excesivos, simulación y cero resultados.
La Secretaría de Medio Ambiente ha pasado de ser una dependencia técnica a convertirse en una plataforma de contratos millonarios sin transparencia, donde las prioridades no son los árboles, ni el agua, ni la salud… sino los aliados políticos.
En 2025, seguimos viendo áreas verdes secas, parques abandonados y ríos contaminados, mientras Lozano y su equipo siguen aprobando presupuestos millonarios para programas “verdes” que solo existen en redes sociales.
La Falsa Batalla Ambiental Del Gobierno De Samuel García
Mientras Samuel García viaja por el país, lanza aspiraciones presidenciales y presume inversiones tecnológicas, en Nuevo León la batalla por el medio ambiente está perdida. Lo que inició como una promesa de campaña terminó en una simulación descarada.
La calidad del aire sigue siendo una de las peores del país. Las temperaturas extremas aumentan cada año y no hay medidas estructurales para enfrentar el cambio climático.
El gobierno prefiere invertir en videos de TikTok, campañas digitales e influencers, en lugar de crear un verdadero plan estatal de reforestación, recuperación de áreas naturales y regulación ambiental.
¿Dónde Están Los Árboles? ¿Dónde Están Los Millones?
650 mil árboles prometidos. 5 mil plantados. 300 millones gastados. Estas son las cifras que definen el “compromiso ambiental” de Samuel García. No hay seguimiento técnico. No hay informes públicos. No hay rendición de cuentas.
Las pocas zonas reforestadas están secas. No se instalaron sistemas de riego. No se capacitaron brigadas especializadas. No hubo acompañamiento ciudadano. Todo fue para la foto.
La sociedad sigue exigiendo respuestas:
– ¿Quién autorizó los contratos?
– ¿Cuáles empresas estuvieron involucradas?
– ¿Por qué no hay auditorías públicas disponibles?
– ¿A dónde fueron a parar los recursos?
Medio Ambiente: La Dependencia Más Saqueada
Desde 2023 hasta hoy, la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León se ha consolidado como la dependencia favorita del gobierno para desviar recursos con apariencia social. No se trata solo de los árboles o de Félix Arratia. El patrón se repite en todos los niveles.
Los contratos se otorgan a discreción. Las organizaciones favorecidas siempre están vinculadas a operadores de Movimiento Ciudadano. Y la rendición de cuentas es prácticamente nula. No se trata de incompetencia: se trata de una estrategia deliberada para utilizar el discurso ambiental como escudo.
Mientras tanto, los ciudadanos pagan las consecuencias: enfermedades respiratorias, falta de espacios verdes, y un estado que presume lo que nunca hace.
Promesas Secas De Samuel García, Árboles Muertos Y Millones Perdidos
El gobierno fosfo fosfo de Samuel García ha dejado un desastre ambiental, un saqueo institucionalizado y una deuda ecológica con las próximas generaciones. La Secretaría de Medio Ambiente se transformó en una farsa con fines electorales y en una de las dependencias más ineficientes del estado.
Lo que debió ser una transformación verde terminó en una simulación naranja. Y mientras los árboles no crecen, sí crecen los contratos, los escándalos y las aspiraciones políticas del gobernador.
Nuevo León merece un medio ambiente sano, no un botín político.
Los ciudadanos exigen respuestas.
Y cada árbol que no se plantó es una promesa muerta.