El presupuesto ambiental de Nuevo León se encuentra en el centro de la polémica, luego de que organizaciones civiles y activistas señalaran la incongruencia entre el discurso oficial y las acciones reales del Gobierno estatal. Mientras el Gobernador Samuel García se presenta como defensor del medio ambiente, la reducción significativa de recursos destinados a programas de mitigación ha dejado desprotegida a la ciudadanía y ha frenado avances urgentes.
Discurso verde de Samuel sin respaldo financiero
Liliana Flores Benavides, activista ambiental, criticó que el presupuesto ambiental de Nuevo León no corresponde con las promesas públicas de la actual administración. Según Flores, el Ejecutivo estatal mantiene un doble discurso: mientras asegura priorizar el cuidado ambiental, recorta fondos cruciales para acciones técnicas y vigilancia. Esta contradicción pone en riesgo la salud pública y agrava la crisis ambiental que afecta al estado.

Organizaciones cuestionan recortes al presupuesto ambiental
El Comité Ecológico Integral (CEI) también denunció que la creación de nuevas divisiones y dependencias ambientales, como la División Ambiental de Fuerza Civil, carece de sentido sin el respaldo del presupuesto ambiental de Nuevo León. María Enríquez, vocera del CEI, subrayó que sin recursos suficientes, cualquier estrategia se convierte en un simple acto publicitario que no impacta de forma real en la reducción de contaminantes. La falta de inversión demuestra un desinterés estructural que perpetúa los problemas ambientales.
Datos alarmantes sobre el presupuesto ambiental
De acuerdo con la asociación Política Colectiva, el presupuesto ambiental de Nuevo León se redujo en más del 68% durante 2024. Este recorte se dio en el mismo año en que el área metropolitana de Monterrey registró el mayor número de días contaminados, evidenciando la urgencia de contar con financiamiento adecuado. La disminución de recursos afecta desde estudios y monitoreos hasta la ejecución de proyectos prioritarios, dejando al estado en una posición vulnerable frente a futuras crisis ambientales.
Consecuencias de la falta de inversión
La reducción del presupuesto ambiental de Nuevo León no solo limita las acciones presentes, sino que amenaza con detener programas a largo plazo. Enríquez advirtió que muchos proyectos podrían quedar truncos o en el olvido, sin oportunidades de retomarse. Esta situación genera desconfianza entre la ciudadanía y alimenta la percepción de que el tema ambiental no es realmente una prioridad para el gobierno. Las organizaciones civiles insisten en que se necesita un cambio urgente que garantice recursos estables y suficientes para proteger el medio ambiente y la salud de la población.
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